jueves, 17 de agosto de 2017

Un día en La Carpio

No todos los días son así, pero impacta que estas situaciones se vivan en el país "más feliz del mundo". Me dicen mis estudiantes: profe vieras ayer mataron a un muchacho en la primera, profe mi papá dice que en la calle ayer andaba un hombre con un arma grande en el hombro, que era un sicario, profe yo vi como le dispararon en las piernas y en las manos, a mí mi mamá me fue a dejar hoy en la escuela, yo escuché cuatro balazos. No es una cuestión de morbo, lo único que podía hacer en ese momento era escucharlos, porque sentí la necesidad de ellos de expresar esa situación. Más allá de eso, me pregunto en cuantos barrios hay más niños y niñas viviendo las consecuencias del narco, no sólo es el mae que vende droga y un ajuste de cuentas, sino el montón de personas a quienes este sistema de mierda no les garantiza un espacio seguro. Estos niñoas y sus familias no tienen nada que ver con el narco pero tienen miedo, tienen miedo de que un día una bala perdida loas mate, que maten a sus familiares. No pueden salir a jugar a las calles porque en cualquier momento puede haber una balacera. Ni el frente de sus casas es un espacio seguro, se vive como en sus propias celdas, sus hogares. Ahora los sicarios y el narco andan de mañana, ya no tienen vergüenza de mostrar sus rostros, porque saben de ante mano que nadie va decir nada, pues obviamente las personas que observan los hechos temen por sus vidas. Se imagina usted vivir así? se imagina usted señor presidente de turno vivir así? usted no dura aquí ni cinco minutos, sólo viene y ponen una piedra de una escuela que casi tienen que obligarlos a construirla. Pura desigualdad se vive aquí en La Carpio, no puedo negar que hay muchas situaciones bellas, cuando una ve a un estudiante que te trae flores, o cuando se ven los grandes esfuerzos y las resilencia de muchos y muchas niñas que quieren superarse a pesar del contexto en que viven, o las mujeres que hacen tortillas muy ricas. Sin embargo hay que denunciar estas barbaridades y que el estado de Costa Rica no está garantizando un derecho fundamental a estas familias, el de vivir en un espacio seguro y en paz. Para mi concepto la justicia aquí en La Carpio se queda divirtiéndose en el Parque de Diversiones, aquí no se arrima. Y ustedes maesitos y maesitas que se la pasan consumiendo motica, que no se preguntan de donde viene, maes tengan conciencia y mínimo pregúntese de donde viene? cuantas vidas costó su purito? cuantos momentos de inseguridad a muchas familias le ha costado su purito? después juegan de muy revolucionarios, muy vegetarianoas, pero ahí tienen su purito, que bellísimos. Mejor autogestiona tu consumo, si ya un mae de los tribunales de justicia lo puede hacer por que vos no??? Es la única forma para acabar con el narco, si no existen compradores no existen vendedores. No es que dejen de fumar, sino que produzcan lo propio. Es claro que el estado de Costa Rica no lo va hacer.

lunes, 3 de abril de 2017

el no mundo

Era tanto el calor, pero tanto el calor, que hasta las lluvias se asustaban y no querían aparecer. Cuando lo hacía, se desvanecía rápidamente, que nadie ni la sentía. O aparecía y hacía un burumbun, que hasta las aulas de las escuelas se inundaban y les niñes tenían que ir en balsas, como las que andan por el Río Terraba para llegar a la escuela, por que las calles se inundaban por tanta basura. Era tantísimo el calor, que las personas ya no salían en las mañanas a comprar ni a hablar con les vecines, sino que salían de noche, mientras miraban la belleza de la luna, por que las estrellas ni se miraban por tanta luz artificial. Por el calor tan fuerte, las personas ya ni querían ir a trabajar, empezaron a hacer eso que actualmente les poderoses llaman y pueden hacer "el teletrabajo", y en sus casas en lugar de endeudarse por un carro o una moto, se endeudaban por mantener un aire acondicionador.Por que obviamente y entendiendo al capital, se volvieron el bien más preciado de la s(u)ciedad. Como no tenían memoria, habían olvidado simplemente que tenían que volver a sembrar los árboles e implementar transportes más colectivos. Les empresaries empezaron a inventar máquinas robóticas que hacían el trabajo humano, entonces si una se atrevía a salir de día con el peligro de sufrir graves quemaduras o un hermoso cáncer de piel, sólo se topaba máquinas y máquinas por doquier. La escuela, el trabajo que no podían hacer las máquinas, el arte, todo, absolutamente todo, se hacía de noche. De día se dormía con el aire acondicionador puesto. También aparecieron nuevas enfermedades respiratorias. Las cortezas de los árboles se volvieron muy duras para resistir el calor, pero lograron adaptarse al cambio climático y seguían brindando frutos. En fin, era tanto tanto tantísimo el calor, que el no mundo tuvo que cambiar.