lunes, 3 de abril de 2017

el no mundo

Era tanto el calor, pero tanto el calor, que hasta las lluvias se asustaban y no querían aparecer. Cuando lo hacía, se desvanecía rápidamente, que nadie ni la sentía. O aparecía y hacía un burumbun, que hasta las aulas de las escuelas se inundaban y les niñes tenían que ir en balsas, como las que andan por el Río Terraba para llegar a la escuela, por que las calles se inundaban por tanta basura. Era tantísimo el calor, que las personas ya no salían en las mañanas a comprar ni a hablar con les vecines, sino que salían de noche, mientras miraban la belleza de la luna, por que las estrellas ni se miraban por tanta luz artificial. Por el calor tan fuerte, las personas ya ni querían ir a trabajar, empezaron a hacer eso que actualmente les poderoses llaman y pueden hacer "el teletrabajo", y en sus casas en lugar de endeudarse por un carro o una moto, se endeudaban por mantener un aire acondicionador.Por que obviamente y entendiendo al capital, se volvieron el bien más preciado de la s(u)ciedad. Como no tenían memoria, habían olvidado simplemente que tenían que volver a sembrar los árboles e implementar transportes más colectivos. Les empresaries empezaron a inventar máquinas robóticas que hacían el trabajo humano, entonces si una se atrevía a salir de día con el peligro de sufrir graves quemaduras o un hermoso cáncer de piel, sólo se topaba máquinas y máquinas por doquier. La escuela, el trabajo que no podían hacer las máquinas, el arte, todo, absolutamente todo, se hacía de noche. De día se dormía con el aire acondicionador puesto. También aparecieron nuevas enfermedades respiratorias. Las cortezas de los árboles se volvieron muy duras para resistir el calor, pero lograron adaptarse al cambio climático y seguían brindando frutos. En fin, era tanto tanto tantísimo el calor, que el no mundo tuvo que cambiar.

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