viernes, 28 de agosto de 2009

Un relato no común q hay q recordar


Bueno niños y niñas, ya saben lo que tienen que hacer, una fila los y las que quieran repetir la comida. Ahora los y las que no quieren comer y, otra fila las y los que solo quieren comer una vez. Muy bien, entonces ustedes, los y las que no quieren comer, piden un platito y se lo dan a un compañerito o compañerita que quiera comer doble. Recuerden niños y niñas, no deben decir nada porque luego nos van a regañar, entonces no hay que hacer mucho desorden.
Entonces, el grupo con la maestra se dirige al comedor y primero que todo antes de comer se lavan sus manitas. Llevan a cabo todo lo planeado y yo simplemente miro sorprendida la pequeña organización contra el sistema del comedor que no dejan repetir a los y las pobres niñas que en sus hogares no tienen alimento y, por tanto, quieren repetir en el comedor escolar. Todo va marchando bien, y yo sigo mirando asombrada la posición de la maestra, a los y las niñas compartiendo, sin saber que están haciendo algo incorrecto por las autoridades. Me dice la maestra: Mirá Karina, resulta que estamos haciendo esto desde hace dos días atrás, no ve que algunos niños y niñas van donde las señoras cocineras y les dicen que si pueden repetir y las señoras les dicen que no, entonces a mi me parece que eso no puede ser así, más viendo que muchos ni comen aquí, entonces ¿por qué no darle un platito más a los y las que si quieren comer? Por lo que me surgió esta idea y por el momento está saliendo bien. Yo no sé si estoy haciendo algo incorrecto y ojalá que Dios me perdone si estoy haciendo un pecado. Yo la miro sonriendo y le digo, no maestra, a mi parece más bien que es una acción muy buena, esta fortaleciendo hasta la solidaridad entre los y las mismas niñas, y no creo q dios lo mire con malos ojos. Es una gran idea y estoy impresionada.
Un niñito se queda atrás, comiéndose su segundo plato y la maestra me dice, ese niñito, no tiene comida en su casa, míralo como come, es una alegría. Ojalá no nos regañen si se llegan a dar cuenta.
Nos dirigimos al aula y yo voy pensando en la gran idea de la maestra q de fijo empezaré a compartir a mis compañeras y compañeros.

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